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Beginner2024-11-25

El gato con botas

Una aventura mágica y divertida

El gato con botas

Érase una vez un día soleado en un pequeño pueblo. El sol brillaba en el cielo, y había alegría en el aire. Pero, de repente, una explosión de risa rompió la tranquilidad. ¡Era un gato! Pero no era un gato cualquiera. Este gato llevaba unas botas grandes y brillantes, y era muy especial. El gato con botas saltaba y bailaba por la calle, llamando la atención de todos. Las personas reían y se preguntaban, "¿Quién es este gato tan divertido?" Este gato tenía una personalidad única. Su nombre era Pantuflas.

Pantuflas era un gato aventurero. Siempre soñaba con grandes hazañas y tesoros. Un día, mientras caminaba por el bosque, encontró una cueva oscura. La cueva estaba llena de sombras, y Pantuflas, un poco asustado, decidió explorarla. Dentro, encontró un viejo sombrero. Era enorme y estaba cubierto de polvo. Pantuflas se puso el sombrero y dijo: "¡Ahora soy un príncipe!". Se miró en un charco de agua y se rió.

"¡Soy el Príncipe Pantuflas!" gritó felizmente. De repente, de la cueva salió un duende pequeño y travieso. El duende se llamaba Tico. Tenía grandes ojos verdes y una sonrisa pícara. "Hola, Príncipe Pantuflas!" dijo Tico. "¿Buscas un tesoro?". Pantuflas asintió emocionado. "Sí, ¡quiero un tesoro grande y brillante!"

Tico sonrió. "Te puedo ayudar. Pero primero, debes hacer tres cosas divertidas". Pantuflas estaba listo para la aventura. "¿Cuáles son?" preguntó.

"Primero, tienes que hacer reír a una reina", dijo Tico. Pantuflas pensó por un momento. Sabía que había una reina en el castillo cerca del pueblo. Ella siempre estaba muy seria. Así que, decidido, salió hacia el castillo. Cuando llegó, la reina estaba sentada en su trono. Estaba muy aburrida.

Pantuflas respiró hondo y empezó a bailar. Hizo piruetas y saltos. La reina lo miró con sorpresa. Luego, le lanzaba un pescado imaginario a un grupo de ratones. Los ratones bailaban y hacían ruido, y de repente, la reina comenzó a reír. "¡Eso es divertido!" dijo entre risas. Pantuflas estaba feliz. ¡Había completado la primera misión!

La segunda misión era hacer un dulce gigante. Pantuflas salió del castillo y fue al pueblo. En el mercado, compró muchos ingredientes. Compró azúcar, chocolate y frutas. Todos los niños en el mercado lo miraban y reían.

Pantuflas se puso su delantal de cocina y empezó a cocinar. Hizo un dulce enorme. Era un pastel de chocolate gigante con fresas y crema. Cuando el pastel estuvo listo, todos los niños gritaron: "¡Hurra!". Pantuflas se sintió como un héroe.

La tercera y última misión era encontrar la estrella más brillante del cielo. Pantuflas miró hacia arriba. La noche llegó y las estrellas empezaron a brillar. Él eligió la estrella más grande y brillante y dijo: "¡Tico, aquí está!". Pantuflas miró a Tico y sonrió.

Después de completar las tres misiones, Tico le dijo: "¡Muy bien, Príncipe Pantuflas! Has cumplido con tus tareas! Ahora, el tesoro es tuyo!" Pantuflas estaba emocionado y curioso. "¿Qué es?" preguntó con entusiasmo. Tico le mostró un mapa mágico. El mapa tenía marcas de un camino que conducía a un tesoro escondido en las montañas. "¡Vamos a buscarlo!" dijo Pantuflas, saltando de alegría. Pantuflas y Tico comenzaron su viaje hacia las montañas. Las flores brillaban a su alrededor y el aire era fresco. Caminaban mientras hablaban de la aventura. "¿Qué es el tesoro?" preguntó Pantuflas con curiosidad. Tico sonrió y dijo: "El tesoro es diferente para cada uno. Para mí, es la alegría y la amistad." Pantuflas pensó en eso. Para él, el tesoro era la diversión y las nuevas aventuras.

Mientras avanzaban, se encontraron con un perro muy simpático. Era un perro gran danés llamado Max. Max estaba triste porque había perdido su pelota. “¿Pueden ayudarme a encontrarla?” pidió Max. Pantuflas se detuvo y dijo: “¡Claro que sí! Primero, hagamos un juego.”

Pantuflas hizo un baile divertido mientras decía: “¡Busca tu pelota, Max!” El perro comenzó a brincar y mirar alrededor. Pantuflas y Tico saltaron también.

¡De repente, Max encontró la pelota entre los arbustos! “¡Hurra!” gritó Max. “Gracias, amigos. Ahora puedo jugar.” Pantuflas se sintió feliz de ayudar. Siguieron su camino, riendo y bailando.

Después de un rato, llegaron a un gran río. El río era muy profundo y no había manera de cruzarlo. Pantuflas dijo: “¿Cómo cruzamos?” Tico miró alrededor y vio un grupo de ranas. Las ranas estaban saltando y croando felizmente.

“¡Tengo una idea!” dijo Pantuflas. “Hagamos que las ranas hagan un puente.” Tico miró sorprendido, pero asintió con la cabeza. Pantuflas comenzó a cantar y las ranas se unieron a él. Saltaron y formaron un puente de ranas.

“Ayúdennos a cruzar, ranas!” gritaron. Las ranas parecían felices de ayudar. Pantuflas, Tico y Max cruzaron el río saltando sobre las ranas. Una vez al otro lado, todos estaban muy emocionados.

Finalmente, después de un largo camino, llegaron a la montaña. Pantuflas estaba cansado pero emocionado. “¿Dónde está el tesoro?” preguntó. Tico miró el mapa y dijo: “Está aquí, en esta cueva”.

Cuando entraron en la cueva, vieron que estaba llena de luz. Había piedras preciosas brillantes en todas partes. ¡Era un espectáculo hermoso! Pantuflas no podía creerlo. “¡Es increíble!” gritó. Pero, de repente, vieron a un dragón pequeño. El dragón parecía muy enojado.

“¡No toquen mis joyas!” rugió el dragón. Pantuflas se asustó, pero luego sonrió. “No queremos tus joyas, querido dragón. Solo vinimos a ver.”

El dragón se calmó. “¿Por qué están aquí?” preguntó. Pantuflas explicó su aventura y cómo ayudaron a Max y a las ranas. El dragón escuchó y se sonrió. “¡Qué amable de ustedes! Yo también tengo un sueño. Quiero hacer amigos.”

Entonces, Pantuflas tuvo otra idea. “¿Quieres jugar con nosotros?” preguntó. El dragón sonrió aún más. “Sí, por favor.”

Así que jugaron juntos en la cueva. El dragón les mostró cómo volar. Pantuflas reía mientras el dragón lo llevaba al cielo. Después de un rato, volvieron a tierra.

“Gracias por jugar conmigo,” dijo el dragón. “Pueden llevarse algunas joyas como recuerdo de su aventura.” Pantuflas y Tico no podían creer lo felices que estaban. Salieron de la cueva con piedras preciosas y corazones llenos de alegría. Al final, todos se hicieron amigos. Pantuflas, Tico, Max, y el dragón se comprometieron a hacer más aventuras juntos.

Quiz

¿Cómo se llama el gato con botas?

¿Cuál era la primera tarea que Pantuflas tuvo que realizar?

¿Qué querían los protagonistas en la montaña?