V
U
B
D
M
P
R
V
R
U
W
G
C
S
F
M
X
N
U
H
K
Z
M
E
G
O
O
U
M
D
X
Y
G
M
B
R
G
U
G
M
X
M
J
T
E
T
Z
D
F
E
P
E
Z
T
N
O
J
E
G
W
P
S
Z
J
C
O
O
X
F
N
W
L
X
J
N
J
W
B
K
D
X
E
S
C
K
L
R
O
C
X
X
J
Y
J
I
C
C
Z
P
O
M
O
W
D
J
O
O
K
H
A
L
E
B
J
X
R
T
T
H
Q
W
P
Z
L
U
F
G
X
V
T
A
E
C
Z
R
E
E
D
A
T
T
M
Z
T
F
V
J
U
G
B
Q
E
A
H
Q
R
V
K
E
O
Z
N
A
Q
E
P
M
S
G
J
B
U
L
G
I
Q
P
P
M
U
K
S
M
M
U
D
S
Q
B
E
A
I
M
Z
Q
O
B
M
P
Z
T
W
F
K
I
A
P
B
Y
L
H
H
I
C
K
L
R
V
F
E
D
C
S
H
B
N
I
P
E
M
D
P
L
C
T
D
Q
Y
Y
P
X
Y
U
H
K
R
J
V
G
R
C
L
Q
Q
T
S
Z
U
A
H
W
O
C
E
C
U
Z
Q
N
F
Y
Q
A
X
R
D
M
G
P
O
K
F
Y
K
V
E
Q
V
N
T
Y
O
C
X
Q
X
R
Q
X
V
D
T
R
N
P
S
C
H
Z
R
F
Q
A
T
M
Z
P
K
Z
S
F
Q
F
V
T
Y
F
G
W
V
R
M
D
W
E
R
W
H
Q
K
X
X
P
T
M
D
N
F
H
R
C
F
I
N
M
A
U
G
Y
H
J
W
U
V
H
J
K
C
W
A
H
R
T
T
L
Y
L
Q
F
K
K
J
O
S
C
B
M
R
Q
B
U
C
P
Z
T
W
Q
Y
E
J
U
B
Z
A
X
W
D
D
J
X
T
K
F
C
R
H
A
X
M
S
Y
S
Y
G
K
R
D
F
H
Q
A
G
G
M
D
U
Z
J
L
H
O
I
X
H
Z
X
G
T
A
R
Z
E
Q
X
T
P
N
U
Y
Z
X
L
M
Z
I
Q
H
A
H
S
H
D
Q
J
J
D
V
D
J
T
A
W
I
S
V
T
L
H
D
P
D
Z
S
L
Q
U
G
F
Z
J
S
J
Q
U
M
N
F
U
N
V
W
R
K
A
B
L
J
B
L
K
U
R
O
G
F
O
H
H
G
E
V
V
U
I
U
G
E
Z
I
U
Z
Y
V
H
Z
A
E
Z
N
M
O
X
R
U
F
O
X
B
W
W
W
P
Z
D
Q
O
B
J
Z
W
A
M
U
D
I
I
K
L
J
Y
X
X
L
C
L
H
U
T
V
V
Z
B
O
T
N
W
B
Z
Q
D
T
G
F
X
M
A
K
S
V
C
K
C
S
J
X
R
M
C
H
H
D
Q
T
K
O
P
L
X
X
T
I
W
X
R
L
S
X
T
H
W
G
V
F
D
W
W
W
U
S
N
Y
T
U
H
L
G
R
Y
G
J
P
E
I
E
C
U
T
Z
A
F
U
L
N
Z
W
Q
E
J
U
Z
R
A
C
Z
V
W
Y
R
A
D
W
Q
C
L
O
X
B
B
G
Q
D
R
Z
C
M
G
E
M
A
Z
E
T
K
S
B
D
B
U
Z
V
V
P
C
A
V
C
L
Y
S
P
M
X
V
F
N
F
E
H
Y
B
E
B
D
V
C
X
X
K
S
Z
U
T
N
P
O
V
D
W
V
P
D
B
G
Y
I
Y
L
H
Z
M
Z
H
V
P
I
I
X
A
H
H
L
V
N
F
T
R
P
L
O
E
R
U
B
U
F
R
Z
G
M
C
Beginner2025-02-15

Fiesta en la plaza del pueblo

La fiesta sorpresa más loca del mundo

Fiesta en la plaza del pueblo

¡Ay, no! La plaza. ¡Está… vacía! Normalmente, la plaza del pueblo es un lugar de mucha alegría. Hoy, se supone que hay una fiesta grande. Pero, ¿dónde está todo el mundo?

Mi nombre es Sofía, y vivo en un pueblo pequeño llamado Alegría. Me gusta mucho Alegría porque siempre hay algo divertido que hacer. Hoy, es la fiesta de San Juan. Es una fiesta muy importante. Hay música, baile, comida y muchas risas. Siempre espero esta fiesta con mucha emoción.

Esta mañana, me desperté muy temprano. El sol brillaba y los pájaros cantaban. ¡Era un día perfecto para una fiesta! Me vestí con mi vestido favorito, uno rojo con flores. Bajé a la cocina y mi mamá estaba preparando chocolate caliente y churros. ¡Mmm, qué rico!

Después del desayuno, fui a la plaza. Pero, como dije antes, ¡estaba vacía! Pensé, “¿Qué está pasando?”. Miré el reloj. Eran las diez de la mañana. La fiesta debía empezar a las nueve. Esto es muy raro. En Alegría, ¡nunca llegamos tarde a una fiesta!

Empecé a caminar por la plaza, buscando a alguien. No había nadie. Ni siquiera un perro callejero. Sentí un poco de miedo. ¿Quizás todos olvidaron la fiesta? ¿O quizás… algo malo pasó?

Entonces, vi algo. En el suelo, había un sombrero. Un sombrero grande y colorido. Era el sombrero de Don Ramón, el panadero. Don Ramón siempre usa ese sombrero. Lo reconocería en cualquier lugar. Recogí el sombrero. Estaba un poco sucio, pero olía a pan. “Qué extraño”, pensé. “¿Por qué estaría el sombrero de Don Ramón aquí, solo?”

Decidí ir a la panadería de Don Ramón. Quizás él sabía algo. Caminé rápido. La panadería está cerca de la plaza, a solo dos calles. Llegué a la panadería y… ¡estaba cerrada! La puerta estaba cerrada con llave y las ventanas estaban oscuras. Esto era aún más extraño. Don Ramón nunca cierra su panadería, especialmente un día de fiesta.

Empecé a preocuparme de verdad. ¿Dónde está Don Ramón? ¿Y dónde están todos los demás?

Caminé de regreso a la plaza. Necesitaba pensar. Me senté en una banca debajo de un árbol grande. El árbol daba buena sombra. Cerré los ojos y traté de recordar todo lo que sabía sobre la fiesta de San Juan.

La fiesta siempre empieza con un desfile. Los niños se visten con trajes tradicionales y caminan por la plaza, cantando canciones. Después del desfile, hay música y baile. Y, por supuesto, mucha comida. Don Ramón siempre prepara un pastel gigante para la fiesta. Es el mejor pastel del mundo. Tiene fresas, crema y mucho chocolate.

Abrí los ojos. ¡El pastel! Quizás Don Ramón está ocupado preparando el pastel. Quizás por eso no está en la plaza. Pero, ¿por qué su sombrero estaba en el suelo?

Decidí ir a la casa de Don Ramón. Está un poco lejos, en las afueras del pueblo. Empecé a caminar. El sol estaba cada vez más fuerte. Tenía mucho calor y estaba cansada. Pero necesitaba saber qué estaba pasando.

Después de caminar mucho, llegué a la casa de Don Ramón. Era una casa pequeña y bonita, con un jardín lleno de flores. Toqué la puerta. Nadie respondió. Toqué de nuevo, más fuerte. Nada. Miré por la ventana. No vi a nadie. La casa parecía vacía.

Estaba a punto de darme por vencida cuando escuché un ruido. Un ruido muy suave, como un susurro. Venía del jardín. Caminé hacia el jardín y… ¡lo que vi me sorprendió mucho!

Allí, en medio del jardín, estaban todos. ¡Todos los del pueblo! Estaban escondidos detrás de los árboles y los arbustos. Estaban susurrando y riendo. Don Ramón estaba allí también, con su sombrero… ¡tenía otro sombrero puesto! ¡Estaban planeando una sorpresa! ¡Una sorpresa para mí! Resulta que querían hacerme una fiesta sorpresa por mi cumpleaños, que es mañana. Habían fingido que no había fiesta de San Juan para que no sospechara nada. ¡Qué tontos! ¡Y qué dulces!

Me reí mucho. Les dije que casi me muero del susto. Ellos se rieron también. Don Ramón me dio un gran abrazo y me dijo que había preparado un pastel especial para mí. ¡Qué alegría! Al final, sí hubo fiesta en la plaza. Y fue la mejor fiesta de San Juan de todas. Y sí, comí mucho pastel. Después de la sorpresa, todos fuimos a la plaza. Ya era mediodía y el sol brillaba con fuerza. Pero había mucha sombra de los árboles, así que no hacía tanto calor. Los niños corrían y jugaban, las señoras preparaban la comida y los hombres montaban el escenario para la música. ¡La fiesta estaba empezando de verdad!

Don Ramón trajo su pastel gigante. ¡Era aún más grande y delicioso de lo que recordaba! Tenía muchas fresas, mucha crema y mucho, mucho chocolate. Todos aplaudieron cuando Don Ramón puso el pastel en la mesa. Él sonrió y me guiñó un ojo. Sabía que yo era la persona más feliz del mundo.

La música empezó a sonar. Era música tradicional de Alegría, con guitarras, trompetas y acordeones. La gente empezó a bailar. Primero, los niños. Luego, los jóvenes. Y al final, hasta los abuelos se animaron a bailar. ¡Era increíble! Todos estaban riendo y cantando. La plaza estaba llena de alegría y color.

Comimos mucha comida. Había paella, empanadas, tortillas y muchas otras cosas ricas. Bebimos limonada, horchata y zumo de naranja. ¡Estaba todo delicioso! Pero lo mejor de todo era el pastel de Don Ramón. Comí dos porciones, ¡y podría haber comido más! Estaba tan bueno que no podía parar.

Después de comer, jugamos a muchos juegos. Jugamos a la piñata, a la gallinita ciega y a las carreras de sacos. Me reí mucho. Hacía mucho tiempo que no me divertía tanto. Todos los del pueblo estaban contentos y felices. La fiesta de San Juan era un éxito, ¡y mi fiesta de cumpleaños sorpresa también!

Por la tarde, cuando el sol empezó a bajar, nos sentamos todos juntos y contamos historias. Los abuelos contaron historias de cuando eran jóvenes. Los niños contaron chistes. Yo conté la historia de cómo me asusté cuando vi la plaza vacía. Todos se rieron mucho.

La noche llegó y encendimos una hoguera. La hoguera iluminaba la plaza y nos daba calor. Cantamos canciones alrededor de la hoguera. Bailamos y reímos. La fiesta duró hasta muy tarde. Cuando llegó la hora de irme a casa, estaba muy cansada, pero también muy feliz.

Don Ramón me acompañó hasta la puerta de mi casa. Me dio un abrazo y me dijo: “Sofía, eres una niña muy especial. Te queremos mucho”. Le di las gracias y le dije que yo también lo quería mucho. Entré en mi casa y me fui a la cama. Me dormí enseguida, soñando con la fiesta y con el pastel de Don Ramón.

Al día siguiente, me desperté con una sonrisa en la cara. Era mi cumpleaños. Mi mamá me preparó un desayuno especial y me dio un regalo. Era un libro de cuentos. Me encantó. Pasé todo el día leyendo mi libro y jugando con mis amigos. Fue un día perfecto.

En Alegría, todos sabemos que la fiesta de San Juan es más que solo música, baile y comida. Es una oportunidad para celebrar nuestra comunidad, nuestra amistad y nuestro amor por la vida. Es un momento para olvidar nuestras preocupaciones y disfrutar de la compañía de los demás. Y, sobre todo, es un recordatorio de que la felicidad se encuentra en las cosas sencillas: una sonrisa, un abrazo, una buena conversación y un trozo de pastel. La fiesta en la plaza nos une, nos recuerda quiénes somos y por qué Alegría es un lugar tan especial. Celebramos juntos, reímos juntos y compartimos nuestra alegría con todos, haciendo de nuestro pueblo un lugar lleno de vida y amor. Por eso la fiesta de San Juan es tan importante para nosotros, y por eso siempre la recordaremos con cariño.

Quiz

¿Qué fiesta se estaba celebrando en Alegría?

¿Qué había en el suelo que le pertenecía a Don Ramón?

¿Qué preparó Don Ramón para la fiesta?